Metro de Santiago...

Hoy estaba tomando mi desayuno con la tranquilidad acostumbrada, hasta que vi en el noticiero al presidente del directorio de metro contar con orgullo que en Noviembre se inaugura la Linea 4 y que con ello podrán transportar a diario a unas 325.000 personas.
El jamón de pavo tomó un sabor salado (creo que eran mis lágrimas) y la mermelada no me pasaba por la garganta ¿emoción? ¿felicidad contenida?

Obviamente no.

El solo pensar en esas 325.000 personas subiendo al metro (aunque suene exagerado yo las veía subiendo a todas juntas) me ponía la piel de gallina. He visto y olido cada cosa a diario en el metro por el atochamiento. En las tardes no subo, me suben al carro en estación Baquedano y vengo levitando hasta la estación Santa Isabel, donde, cual tarzan, voy tironeando corbatas, chaquetas y carteras para llegar a la puerta antes que se cierre.

POP!

La salida a presión, como si fuera un corcho, hacen que valore el aire que por fin entra a raudales a mis pulmones y mis huesos, que a diario resisten los tirones y apreturas de otros usuarios, tanto o más deseosos que yo de llegar a sus casas (a veces hasta las ganas de llegar se quitan con tanto atochamiento)

Vuelvo a mi desayuno, o lo que queda de él, y veo a este caballero sonreir al decir que los usuarios contarán con un tramo terminado entre la plaza de Puente alto y Estación Vicente Valdes y luego podrán tomar un bus gratuito que los deje en el segundo segmento terminado (como siempre, en chilito no podía entregarse la línea completa) que va desde estación Grecia a Tobalaba.
A esa altura el desayuno estaba botado y yo casi tenía convulsiones, Dios mío, que va a ser ahora de Baquedano!! porque el famoso bus va a ir tan lleno que todos van a decir con cara de pillos "mejor sigo en el metro por la linea 5" o sea, si ahora tengo que dejar pasar 5 metros para llegar a la pega, desde noviembre voy a tener que bajar de peso para poder caber en algún lugar o bien sentarme a las 5:45 afuera de la estación para ser de las primeras en abordar.
Chilito, país de Neruda, Violeta Parra, Pinochet y ahora esto...
Lo más sano es una bicicleta, a menos que me pase por encima un bus del Transantiago...