Verde

Este cuento lo escribí hace mucho y tiene el mismo nombre de mi Blog, Espero que sea de gusto del consumidor. Lo envié a un concurso el año pasado y no tuvo respuesta... a veces la vida es así.


Cierro los ojos y siento tus manos. Suavemente me recorres en silencio, dejando que tus dedos rocen cada forma, sintiendo como despiertan mis pechos y mi respiración cambia.
La luz débil nos protege, no existe apuro y la tibieza de tus manos me hace olvidar el frío que nos rodea. Solo dejo que me descubras.

Mientras te acercas suavemente, siento tu respiración profunda cerca de mi cuello y me estremezco, tus labios rozan mi hombro y describen un lento camino de besos que muere en mis pezones. Como una manta, tu cabello me cubre, siguiendo el rastro de tus labios cual espuma.
Siento como tus dedos siguen bajando por mi vientre, percibo tu ansiedad por la forma en que respiras y disfruto cada tembloroso suspiro. Tú búsqueda termina entre mis muslos, el dulce juego casi me ahoga, ansiosa, busco tu boca para encontrar algo de aire en tu cálido aliento, sostengo con mis manos tu nuca mientras trato de ayudarte a llegar a mí. Ya no puedo esperar, tiemblo de ansiedad, tratando de disimular, y veo en tus ojos la misma emoción.
Por fin el momento llega y me pierdo en un mar de sensaciones. Siento tu respiración agitada tratando de retrasar el final, tratando de controlar tu ansiedad...
Cierro mis piernas alrededor de tu cintura, sintiendo que mi alma se eleva, tratando de sostenerme. Me abrazas fuertemente, en un último intento de que no escape de tus brazos, solo somos nosotros y este momento....
...El silencio nos rodea, la débil luz que nos acompaña se hace aún más tenue y comienza a vencernos el sueño...

Al despertar tomo mi ropa y me visto en silencio. Trato de no hacer ruido para no despertarte ni a nadie en la casa, debo volver a mi cama antes que mamá despierte y note que no dormí ahí, antes que despierte y note... que tú tampoco dormiste con ella.