Terminar...

Es la mejor manera de comenzar...
He visto tantas cosas en mi vida, y he compartido con tanta gente que he corroborado que las cosas son así.
Me ha tocado conocer personas buenas y malas, gente mala leche, gente que comete errores sin mala intención, gente que daña a otros por un afán de recibir cariño y los ahogan y sobreexigen, gente con alma de niño, puros e inocentes, chacales con piel de oveja que se han acercado a mi sonriendo y pareciendo inofensivos... Y de toda esa gente he hecho muy pocos amigos. Conocidos, millones, soy casi como Condorito, pero amigos, pocos, como siempre es con las cosas buenas.
He terminado muchas veces con mucha gente, he dicho adiós, o no he dicho nada, pero he tratado de dejar todo claro antes de partir, para que no queden heridas que cicatrizar. No he terminado en el sentido de parejas, no, sino en el sentido de conocidos. No me siento cómoda con alguien que sé es mal intencionado o guarda secretos que pueden herir mucho a los demás, entonces, si no puedo hacer nada, opto por alejarme, es lo más sano.
He visto gente que no vive tranquila por lo que hace o hizo, personas que no tienen paz y que no lo aceptan "yo soy feliz como soy, no me arrepiento de nada" pero no duermen tranquilos en la noche o bien sus actitudes paranoicas les delatan por la tremenda inseguridad que tienen...
Al menos puedo decir que duermo tranquila, no soy perfecta, lo sé, pero trato de enmendar cada error, pedir disculpas si herí y de caminar con la frente en alto, la verdad por delante y sin ánimo de molestar o pisotear a nadie...