Como cambian los tiempos 2...

Estaba pensando en lo que escribí recién y me doy cuenta de que no solo las cosas han cambiado en los colegios, sino también en mi vida.
Yo estuve en el grupo nerd y lo odié con toda el alma. No tenía muchos amigos y mi mejor amiga era la gorda del curso ( yo era la flaca ) por lo que los comentarios mordaces no se hacían esperar. Usaba lentes y frenillos de braquets, era muy tímida y con el jumper me veía como un lápiz de pasta azul, largo y flaco. No tuve novio en el colegio por lo mismo, nadie me miraba, y en cuarto medio me di cuenta de que el guapo del curso me miraba, pero nunca se atrevió a decir nada ( yo hubiera hecho lo mismo, hubiese sido suicidio de imágen )
Pero los años pasan y volví a encontrarme con un compañero de colegio años después en mi carrera. Yo estaba en un curso y él un par de letras más allá, pero siempre iba a fumar a mi sala y yo lo miraba de lejos, todo regio él y yo... toda nerd.
Nos conocimos ( me conoció, yo le reconocí ) y se presentó muy caballero, me coqueteaba a veces y yo me reia sin decir nada, después de varios meses le dije que habíamos estado en el mismo liceo y que yo le había visto varias veces porque siempre estaba en la sala cuando iba a fumar, la respuesta fue casi chocante: "imposible, yo te hubiera notado" Ahí me di cuenta de como había cambiado. De que aquel monstruito tímido había quedado en el pasado y que en su lugar había una mujer que podía ser mirada y deseada sin temor. Pero no entendía el porqué de tamaño cambio y me miraba al espejo sin encontrar mucho sentido a lo que había pasado... mi nariz seguía siendo la misma, mi rostro igual y el cambio sin frenillos no era tan dramático ¿dónde estaba lo que él había "notado"?
Ahora, con más calma, lo entiendo finalmente. La que cambió fui yo, pero el cambio fue más allá de una cosa física. Aprendí a sacarme partido, a embellecer lo que ya era bueno y disimular lo que no lo era tanto, pero también aprendí a conversar, a mirar al otro a los ojos y a decir lo que pienso con cuidado, pero sin temor a ofender, aprendí a mirarme al espejo sin miedo, en resumen, aprendí a quererme.
Hoy tengo a mi lado a un hombre maravilloso, que también cambió de adolescente flacuchento e inseguro a hombre guapo y contemplado, que es capaz de mantener una conversación por horas y contagiar con su risa a quienes le rodean. Muchas mujeres me dicen "que guapo tu pololo" " si es exquisito, yo no lo dejaría solo, porque cualquiera se lo puede llevar" pero nuestro secreto está en las experiencias compartidas y es esa complicidad la que no se encuentra en nadie más, por eso no es llegar y llevarse a ninguno de los dos, aunque una nunca sabe...
Ahhhh, la vida... y pensar que mis hijos tendrán que vivir lo mismo....