Jack, el destripador...
Luego de más de un siglo se descubrió finalmente la identidad de Jack, el destripador y lo que encontraron fue más perturbador de lo que pudimos imaginar:
No era Jack, sino Jackie...
Así es. Las pruebas de ADN arrojaron como resultado que quien enviaba las cartas contando los asesinatos y, por ende los cometía, era una mujer. La saliva la delató. El delicado e invisible rastro que por años guardó el secreto de quien fuera el primer asesino en serie que registra la historia, fue finalmente quien contó una historia que hasta las huellas digitales quisieron callar.
Tantos años buscando a un hombre, culpando a Condes, siquiatras y cuanto carnicero encontraron sin saber que todo el odio y sangre derramada se escondían bajo una hermosa falda...