Otro temblor!!!....
Acatando la orden de Victor, estoy de vuelta.
La verdad es que caer nuevamente en la realidad laboral me tiene medio chata. Levantarse temprano y no poder disfrutar de cosas tan simples como un pajarito atrevido que canta y canta hasta casi reventarse los pulmones es algo que me entristece.
Tampoco tengo mucho tiempo para escribir. Mi jefe no habla mucho y estoy todo el día frente a un monitor negro de letras verdes donde solo leo códigos y status de los servicios. Sin embargo, hoy pasó algo que me hizo sentir viva de nuevo.
La verdad es que caer nuevamente en la realidad laboral me tiene medio chata. Levantarse temprano y no poder disfrutar de cosas tan simples como un pajarito atrevido que canta y canta hasta casi reventarse los pulmones es algo que me entristece.
Tampoco tengo mucho tiempo para escribir. Mi jefe no habla mucho y estoy todo el día frente a un monitor negro de letras verdes donde solo leo códigos y status de los servicios. Sin embargo, hoy pasó algo que me hizo sentir viva de nuevo.
Salí con mi suegra a comprar los regalos de navidad y después de horas de caminar y tomar micros y metro nos sentamos en el Apumanque a tomar un juguito y conversar. Estábamos en eso cuando nuestro banco empezó a mecerse... Ella se puso pálida y yo pensé "hey, no tengo miedo, en verdad no tengo miedo" le tomé el brazo y ella me dice "está temblando" yo le apreté suavemente el brazo y le dije " sí, pero acá estamos bien, porque si nos movemos hacia las vitrinas puede ser peor" "pero yo les tengo pánico" "tranquila, acá no tenemos donde correr y estamos bien, estamos más seguras que si nos movemos."
Fue larguísimo y cuando terminó me di cuenta que no me había detenido a mirar nada hasta que empezó a temblar y que ver a la mamá de Eddie tan frágil me dio fuerza para no arrancar y pensar fríamente que iba a hacer si el temblor empeoraba.
Sentí pasar los segundos, me di cuenta que ya no tenía miedo y que estaba en la mitad de un tremendo edificio que, de venirse abajo, iba a terminar con la navidad y todo eso que nos tenía tan ocupadas. Y entonces disfruté la salida, las conversaciones de los viajes y el tiempo que habíamos pasado juntas, porque no solo compramos regalos, sino que nos regalamos un día agotador y espectacular...