Resfrío...

Este resfrío me tiene mal. Ayer en cama y hoy en el trabajo, funcionando a medias por lo mal que me siento.
-xxxx, buedas tardes, en que le puedo ayudar?
La gente habla y parece que me va a explotar la cabeza, mientras mi nariz insiste en cerrarse y dejarme hablando como Carlitos en Rugrats y tengo que pararme cada media hora a buscar papel higiénico porque la fábrica de mocos no para con nada ¿cómo pude acumular tanta porquería?
Me acuerdo de cuando era niña y me daban crisis de asma. Mi mamá corría conmigo al hospital para que me nebulizaran y pudiera sentirme mejor, después venían las sesiones de kinesioterapia que yo odiaba, porque no es ningún chiste que te aprieten las costillas y el pecho para que botes la cantidad de porquerías que yo acumulaba, ella se iba conmigo dormida a la casa, y siempre conseguía que alguien la llevara, porque no debe haber sido fácil cargar con una niña de 7 años cuando mides solo un metro 40.
Tantas veces que corrió conmigo, anoche lo recordé, cuando estaba medio dormida en la cama y escuché que decía bajito: " si sigue así, voy a tener que llevarla a urgencia para que la revisen "

Historias de papá...

Mi papá trabaja como guardia de seguridad en un mall cerca de mi casa. Todo el dia comparte con gente de un estrato social bastante alto en su mayoría, pero no por ello mejor educados, para ser clara, la mayoría de ellos son "rotos con plata"
Bueno, lo mejor de esto ( más allá de que a veces son francamente despectivos ) es el nivel de imbecilidad que alcanzan en algunas situaciones. Detallo algunas historias que mi papá me ha contado y que, a decir verdad, solo porque es mi papá puedo creérselas.

Una señora estaba saliendo del mall en su camioneta gigante y con el celular pegado a la oreja, de pronto se para frente a una fila de autos y comienza a formar un taco de proporciones. Molesta, tocaba la bocina, gesticulaba y miraba a mi papá con cara de enojo, él, de forma amable, se acercó a ver que pasaba. La señora bajó el vidrio de la camioneta sin soltar el teléfono y enojada le dijo a mi papá:
-¿Pero qué pasa? ¿por qué no se mueven?

Respuesta digna de ser enmarcada:

-Porque están estacionados.

Y anoche llegó riéndose, porque lo que vivió es digno de ripley.

Estaba él paseadose en su bicicleta, vigilando los estacionamientos, cuando escucha una voz femenina que lo llama con apuro. ¡Guardia! ¡Guardia!
Se acercó a ver que pasaba y la señora que lo llamaba le explicó muy asustada el motivo de sus gritos.
-Por favor ayúdeme, mi amiga se quedó encerrada en su auto, está desesperada, no puede salir...
Dentro del auto, estaba una señora con la cara roja y transpirada que abría la boca ( porque no se le escuchaba ) diciendo que estaba encerrada.
Mi papá la miró y con su eterna tranquilidad ( y con señas ) le dijo:
-Señora, tranquila...suba el seguro.