La famosa campaña...

He podido ver la campaña pro condon del gobierno en el metro todas las mañanas y cada vez me gusta menos.
Cero gusto en la forma, poco aporte en el fondo.
Es cierto que es necesario crear conciencia sobre el uso del condón en las relaciones sexuales, pero no han sabido abordarlo. No se trata de llenar de condones los colegios ni de poner a todo el mundo con la manito en forma de anillo diciendo que lo usa, sino de informar de forma real.
No es solo el SIDA lo que puede afectarte con las relaciones, también está el herpes, la gonorrea, la sífilis, los hongos. No es solo el hecho de cuidarte de los embarazos no deseados, sino de tomar conciencia de lo que significa traer a un niño al mundo o, en su defecto, las consecuencias reales de abortar, tanto físicas como sicológicas.
Leí en otro blog la opinión de alguien (muy válida por lo demás) que le echaba la culpa a la iglesia y los canales católicos por la desinformación existente con respecto al tema.
Mi respuesta fue:
Tenemos que entender también que la iglesia nace como una forma de control, ya que mediante el miedo mantienes a la gente a raya y esto es positivo tanto en el ámbito político (recordemos que su influencia acá es innegable y casi omnipresente) como en el social, ya que al tener dominado al vulgo, los pocos que ostentan el poder pueden vivir tranquilos.Por poco que nos guste, ellos deben mantener una postura única, porque el cambiarla significa la desintegración de sus bases, y por ende, el comienzo del fin para un apostolado de casi dos mil años y de miles de millones de dolares.Todos admiramos a Juan Pablo segundo, pero su carisma nos hacía olvidar que apoyaba muchas de las mismas ideas que hoy le criticamos a Ratzinger.Creo que el problema tampoco pasa tanto por los canales y su doble estándar, el que no se hagan cargo de lo que muestran y que elijan predicar castidad con eso mismo en la mano. Pasa por la pérdida de valores en la familia, que más allá de que esté formada por dos personas casadas, convivientes, homosexuales, en segundas nupcias o lo que sea ha perdido la capacidad de enseñar cosas tan básicas como la tolerancia(somos todos distintos, pero debemos respetarnos y aguantarnos), el respeto propio(si no quiero tener sexo contigo porque no me siento preparado o porque no tengo ganas no hay forma de que me obligues),por los demás(porque te respeto acepto que me digas que no), la impotancia del amor en la pareja y por ende, en el sexo(existen muchas niñitas que buscan suplir a sus papás teniendo amantes y muchachos que creen que ganan hombría y por ende suben su maltratado ego encamándose con cualquiera, si hurgas un poco en los latin lovers te das cuenta que estan tremendamente solos)Mientras las familias sigan pasándole la pelota a los colegios para que inculquen valores, sigan mintiendo a sus hijos para que les respeten y no sepan entregarles herramientas que los ayuden a filtrar lo que ven cada día en la pantalla, el debate va a seguir en algo tan simple como mostrar o no mostrar un condon en la televisión.

No tengo nada contra la iglesia, aunque no comparto sus ideas, he visto gente que ha encontrado la felicidad en la religión y eso es muy respetable, tampoco lo tengo contra los canales católicos, creo que cada quien se cava su propia tumba y más temprano que tarde la gente les pasará la cuenta por este doble estándar que han mantenido por tanto tiempo. Pero insisto en el punto de la familia, creo que es ahí donde está el mayor problema, hoy los padres no quieren ser eso, sino que "amigos" y con eso confunden los roles, porque se olvidan de contener, de poner límites, de enseñar...

Metro de Santiago...

Hoy estaba tomando mi desayuno con la tranquilidad acostumbrada, hasta que vi en el noticiero al presidente del directorio de metro contar con orgullo que en Noviembre se inaugura la Linea 4 y que con ello podrán transportar a diario a unas 325.000 personas.
El jamón de pavo tomó un sabor salado (creo que eran mis lágrimas) y la mermelada no me pasaba por la garganta ¿emoción? ¿felicidad contenida?

Obviamente no.

El solo pensar en esas 325.000 personas subiendo al metro (aunque suene exagerado yo las veía subiendo a todas juntas) me ponía la piel de gallina. He visto y olido cada cosa a diario en el metro por el atochamiento. En las tardes no subo, me suben al carro en estación Baquedano y vengo levitando hasta la estación Santa Isabel, donde, cual tarzan, voy tironeando corbatas, chaquetas y carteras para llegar a la puerta antes que se cierre.

POP!

La salida a presión, como si fuera un corcho, hacen que valore el aire que por fin entra a raudales a mis pulmones y mis huesos, que a diario resisten los tirones y apreturas de otros usuarios, tanto o más deseosos que yo de llegar a sus casas (a veces hasta las ganas de llegar se quitan con tanto atochamiento)

Vuelvo a mi desayuno, o lo que queda de él, y veo a este caballero sonreir al decir que los usuarios contarán con un tramo terminado entre la plaza de Puente alto y Estación Vicente Valdes y luego podrán tomar un bus gratuito que los deje en el segundo segmento terminado (como siempre, en chilito no podía entregarse la línea completa) que va desde estación Grecia a Tobalaba.
A esa altura el desayuno estaba botado y yo casi tenía convulsiones, Dios mío, que va a ser ahora de Baquedano!! porque el famoso bus va a ir tan lleno que todos van a decir con cara de pillos "mejor sigo en el metro por la linea 5" o sea, si ahora tengo que dejar pasar 5 metros para llegar a la pega, desde noviembre voy a tener que bajar de peso para poder caber en algún lugar o bien sentarme a las 5:45 afuera de la estación para ser de las primeras en abordar.
Chilito, país de Neruda, Violeta Parra, Pinochet y ahora esto...
Lo más sano es una bicicleta, a menos que me pase por encima un bus del Transantiago...

Las ironías de la vida...

No me pueden negar que la ironía es increíble ¿verdad?

Falta de inspiración...

Hoy me levanté con un sueño de esos que te aturden y llovía a cántaros. Hace un par de meses atrás, me hubiera detenido y hubiese mirado la ventana, con alguna idea para escribir en la cabeza y me hubiese alegrado el que estuviera lloviendo.
Hoy, en cambio, mi reacción fue:
-Cresta, está lloviendo! la gotera!, se habrá pasado el living? ¿cómo diablos me llevo el paraguas en el metro? por la misma, tengo la parka con el cierre malo, obligada a ir con chaqueta no más. ¿dónde diablos dejé las llaves? ¿por qué tenía que llover justo HOY?

ahí me dí cuenta que ya no tengo la misma inspiración que antes para escribir...