Sola...
En estas dos semanas, lo más difícil de asumir ha sido la soledad.
Me cuesta llegar a casa y que esté sola. Prendo el televisor, prendo la radio, lo que sea con tal de tener algo de ruido.
Me encanta mi casa, es linda, está ordenada y es acogedora, pero no me acostumbro a llegar todas las tardes y tener que prender la luz porque nadie lo ha hecho, a que no haya ruido de otras personas dentro y que mis perros no salgan a recibirme a la puerta, me hace sentir muy sola...
Por lo demás, no puedo aspirar a que llegue más temprano que yo, su trabajo siempre lo retiene hasta más tarde de lo presupuestado y mi horario siempre hace que yo llegue antes, por lo que nunca está en casa para abrirme la puerta, pero que le vamos a hacer, yo asumí que algunas cosas pasarían cuando esto empezara y sabía que los horarios eran parte de esto, pero no es fácil pasar de una casa con ruido constante de máquinas y gente conversando, con dos perros que estaban siempre dando vueltas y ladrando,al silencio más absoluto, que solo es interrumpido por los autos que pasan por la calle y algunas conversaciones que se escuchan de los departamentos contiguos,
Esto se repite cada día y es lo único que me molesta de esta nueva vida, porque si bien me gusta el silencio, ya no quiero más con la soledad...
Me cuesta llegar a casa y que esté sola. Prendo el televisor, prendo la radio, lo que sea con tal de tener algo de ruido.
Me encanta mi casa, es linda, está ordenada y es acogedora, pero no me acostumbro a llegar todas las tardes y tener que prender la luz porque nadie lo ha hecho, a que no haya ruido de otras personas dentro y que mis perros no salgan a recibirme a la puerta, me hace sentir muy sola...
Por lo demás, no puedo aspirar a que llegue más temprano que yo, su trabajo siempre lo retiene hasta más tarde de lo presupuestado y mi horario siempre hace que yo llegue antes, por lo que nunca está en casa para abrirme la puerta, pero que le vamos a hacer, yo asumí que algunas cosas pasarían cuando esto empezara y sabía que los horarios eran parte de esto, pero no es fácil pasar de una casa con ruido constante de máquinas y gente conversando, con dos perros que estaban siempre dando vueltas y ladrando,al silencio más absoluto, que solo es interrumpido por los autos que pasan por la calle y algunas conversaciones que se escuchan de los departamentos contiguos,
Esto se repite cada día y es lo único que me molesta de esta nueva vida, porque si bien me gusta el silencio, ya no quiero más con la soledad...